Después de la monumental victoria de Inter Miami sobre Nashville en la final de la Leagues Cup, Lionel Messi demostró por qué es uno de los jugadores más queridos en todo el fútbol con un humilde momento con su compañero de equipo DeAndre Yedlin.
El internacional estadounidense de 30 años había capitaneado al equipo de Miami durante toda la temporada antes de entregar el brazalete tras la llegada de Messi.
Sin embargo, tras el triunfo de Miami, Messi se aseguró de que el ex capitán fuera reconocido.
El ganador de la Copa del Mundo entregó el brazalete a Yedlin para que lo usara mientras el equipo subía al podio para recibir el trofeo.
El siete veces ganador del Balón de Oro también le hizo un gesto a Yedlin para que fuera quien levantara el trofeo mientras Miami celebraba el primer título del equipo en la historia de la franquicia.
Yedlin hizo más de 20 apariciones como capitán de Miami antes de la revolucionaria adquisición de Messi.
También se ha visto empujado a asumir un papel de liderazgo con el USMNT recientemente, ya que fue uno de los únicos jugadores veteranos nombrados para la plantilla de la Copa Oro 2023 de Estados Unidos.
Al igual que Messi, Yedlin pudo anotar con éxito su tiro penal durante la tanda de penaltis muy intensa que se produjo después de que el partido terminara empatado 1-1.
Miami había pasado la mayor parte de los grandes períodos bajo la presión de Nashville y era fácilmente el segundo mejor antes de que Messi anotara un gol destacado en el minuto 23 de acción.
Nashville luchó implacablemente para empatar el juego después de que Fafa Picault anotó un tiro de esquina con su cabeza desviada del portero Drake Callender antes de encontrar su camino hacia el fondo de la red.
La tanda de penaltis que siguió al reglamento llegó hasta el undécimo asalto y vio a ambos porteros avanzar hasta el punto antes de que se decidiera el ganador, con Drake Callender salvando el tiro penal del portero de Nashville, Elliot Panicco.
Yedlin, Messi y el resto de Miami ahora emprenderán lo que será una tarea aún más difícil mientras intentan salvar lo que ha sido una temporada lamentable en la MLS.
El mal juego que afectó a Miami durante toda la temporada de la MLS de este año antes de la llegada de Messi tiene al equipo en el último lugar con 18 puntos, el mínimo de la liga, y un récord de 5-3-14.
Sin embargo, el próximo partido de Miami no será en acción de liga ya que el equipo primero debe centrar su atención en la Copa Abierta de Estados Unidos cuando juegue contra Cincinnati el 23 de agosto.